Se pueden aplicar sustancias tanto nutritivas como curativas o bien ambas al mismo tiempo, pudiéndose combinar hasta 30 principios activos con resultados de amplio espectro. Asimismo se puede utilizar en forma preventiva o curativa de plagas y enfermedades, así como mejorar el estado de los árboles, prevenir o mermar el ataque de plagas que afecten raíz, tallo o tronco, ramas, follaje o frutos.
Principales cultivos en los que se utiliza: Cítricos, Frutales de pepita (manzanos, perales, etc.), Frutales de carozo (duraznos, ciruelos, etc.), Olivos, Paltos, Mangos, Forestales, Urbanos.
El principio utilizado para la traslocación del producto inyectado, se basa en las propiedades fisicomecánicas de los tejidos vasculares del árbol, donde entran en juego los principios físicos como la capilaridad, utilizados por la misma planta para transportar la savia.
Los tejidos vasculares consisten en floema y xilema, que comprenden las primeras capas celulares del tallo o tronco. En las Angiospermas, las células de conducción del floema son los miembros de tubo criboso (ver figura 1), células vivas con paredes terminales perforadas, que forman tubos cribosos contínuos (ver figura 2). Asociada íntimamente con cada miembro de tubo criboso hay una célula acompañante.
El tratamiento es específico, sólo actuará contra los insectos que se alimentan de la planta, por ejemplo: pulgones, taladrillos, ácaros, nemátodos, etc., respetando así los benéficos. Al tener una gran persistencia del producto (mayor de 1 año) se evitan los problemas de resistencias. El producto ya asimilado por la planta que está presente en la savia, provoca la muerte de la plaga al ingerir cualquier parte del árbol, hojas, tejido vascular, tallos, etc.
El principio de distribución total hace que el producto formulado para esta fitopatología tenga acción directa sobre los sectores afectados de la planta, actuando en forma inmediata y permanentemente hasta desvanecerse en forma gradual. Este mismo concepto se corresponde para los demás trastornos y fitopatologías, como pueden ser bacteriosis, fungosis o carencias de nutrientes y minerales.
De acuerdo al nivel de la enfermedad y estado del árbol, los tiempos de recuperación de la planta pueden variar, pero siempre es más inmediato y eficaz que al emplearse otros métodos.
Una de los principales características de nuestro sistema es la formulación equilibrada de micro y macronutrientes, que permite incorporar al sistema del árbol los minerales necesarios y carentes o no presentes en el mismo.